Después de una semana llegó mi cumple y, como el presupuesto estaba limitado, la crisis agudizó el ingenio, así que el señorito me preparó un rol zombi ¡pero de verdad!
Antes de ir al trabajo por la tarde, me dijo que había escuchado una noticia extraña en el telediario sobre un incidente que había habido en la fábrica cercana y que habían llevado a gente al centro de salud (que está pegado a mi piso), pero claro, yo me acababa de levantar de la siesta y no daba pie con bola.
En el camino al trabajo me mandó un mensaje al móvil:
"Acaba de venir un vecino tuyo, parecía herido. Cuando le he preguntado qué quería me ha mordido. Voy a urgencias"
Y claro, una que ha visto muuuchas pelis de zombis ya se estaba frotando las manos, jojojo.
Al cabo del rato, aún en el trabajo, me vibró el móvil, y al verlo:
"Ven rápido, creo que me está sucediendo algo"
Qué cabrón, se lo estaba currando millones y le estaba dando un ambiente super chulo.
Cuando salí al fin de trabajar iba volando a casa, con un nervio en el estómago chulísimo. Cuando llegué me encontré esto:
Joder, qué chulada, me estaba poniendo nerviosísima, uff. Al entrar se escuchaban ruidos de fondo y, de verdad, era incapaz de saber decir qué era, de verdad que no. Me sentía la tonta de la peli xD
Había movido la mesa del comedor y me había dejado esto:
Tenía que grabar con la cámara un vídeo e iluminar el piso con la mierda vela esa. Yo, he de decir que hice trampa, porque no cerré la puerta de casa para que entrara algo de luz. Sí, estaba cagada, y es que quién no lo estaría cuando se escuchaban ruidos varios extrañísimos junto con esta música de fondo sonando todo el rato:
Me cago en mis muelas... qué jindama... Además, mi piso tiene un pasillo larguísimo y estrecho, no se veía un pijo en 2 metros y sabiendo la mente pensante a la que me enfrentaba me daba un desasosiego que no era capaz de moverme de la puerta de casa. Affuf.
Pero bueno, después de armarme de valor, de la vela y la cámara empecé a grabar (vídeo que jamás subiré por razones que comprometen mi honor)...
Pasito... pasito... pasito... ¡pasito atrás!... grititos nerviosos... pasito... medio pasito...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡RUIDO!!!!!!!!!!!!
¡Cooooooooooooooooooooooño qué susto! Había puesto un hilo cruzando el pasillo amarrado a latas y como estaba oscurísimo y no se veía un pijo, me las llevé por delante T_T
Maldito...
Y la música seguía, y esos ruidos tan raros... me tenían amargada.
Venga Ari, va tía, que esto hay que acabarlo, tú sabes que tienes que llegar arriba al dormitorio... cuanto antes llegues antes se acaba todo... joer, qué fácil de decir, afú.
Anda, ha decorao el pasillo y todo, qué detalloso el muchacho, ain...
Pasiiiito... pasiiiito... ¡pasito! ay... esto es pa jalowin no pa mi cuuumple T_T pasiiito.... pasiiito...
¡¡¡FREGONA!!
Se veía una cara blanca... una persona con la cara blanca... y la música cada vez se escuchaba más fuerte y esos ruidos...
Hice acopio de todo mi valor, el que me quedaba, me arremangué, me subí las bragas y fui hacia la figura extraña... que esperaba que no fuera él... pero qué aprensión daba ofuf...
Así descubrí el perchero V
que así fotografiado parece hasta cómico, pero yo no lo veía así, más bien no lo veía, no tenía más que una vela pocha, así que sólo alcanzaba a vislumbrar algo oscuro, como un cuerpo y una cara muy blanca. Reconoce que te habrías hecho popó igual que yo... T_T
Así encontré también mi primer regalito: un cerebro mordido de fieltro.
Aparté al V (al cual nunca más miré igual) y pude ver al fin lo que hacía ese ruido extraño:
Papel de seda para hacer patrones que hacía ruido al moverse con el viento ¿con el viento de qué?
Cabrito...
El doblar las escaleras la música se escuchaba ahí mismo y de nuevo una figura al fondo... el boss final... que tenía mi segundo regalo: una cara zombi graciosísima.
Ya sabía que la figura no era él... V me había marcado demasiado... sabía que estaba debajo de la cama, de la cual salió gritándome con voz zombi ¡¡FELIZ CUMPLEAAAAÑOS!! y del que huí de nuevo con mi valentía hecha pedazos y el orgullo deshinchado xD
Fue una pasada, lo pasé genial, sí, genial, porque sentí miedo de verdad, era una casa del terror bien hecha joer, con el valor añadido de que improvisó con lo que había en el piso y el resto fue imaginación.
¡No será un cumple que olvide nunca!
